1. Subir al tranvía (los portugueses lo llaman eléctrico) para recorrer la línea 28, que comienza en el cementerio de los Prazeres, recorre alguno de los principales puntos de interés de la ciudad (como la Basílica da Estrela, la Asamblea de la República, la Sé o Catedral) y acaba en el barrio de Graça, uno de los más altos y más tradicionales lisboetas.
2. Tomar un café en la mítica A Brasileria y hacerse una fotografía junto a Fernando Pessoa, que ocupa una de las mesas de la terraza. Si te gusta el café solo y corto, pide una bica. Si lo quieres con leche: una meia de leite o un galão. Las mesas de A Brasileira se comparten, cualquiera puede sentarse a tu lado, lo que hace del sitio más interesante si cabe.
3. Hacer fotografías de la ciudad desde el Castelo de São Jorge. Son unas vistas impresionantes de Lisboa, el río Tajo, el puente del 25 de Abril...
4. Comer bacalao: com natas, à Brás, à Zé do Pipo, à Gomes do Sá, à minhota... Lo preparan de mil formas distintas! Todas riquísimas. Además comer en Portugal es muy económico.
5. Descubrir las maravillas de Sintra, como el Palacio da Pena, el Castillo de los Moros, el Palacio Nacional, etc. Es un lugar mágico, lleno de encanto.
6. Practicar surf en la Playa do Guincho. Quien sepa hacer surf... quien no sepa, puede disfrutar de la belleza natural de la playa, de enormes dimensiones, rodeada de dunas.
7. Visitar Cascais, uno de los municipios más glamurosos de la zona. El centro histórico es encantador, con multitud de cosas que hacer y ver (como por ejemplo, comer un helado en la famosísima heladería Santini, punto de encuentro de la aristocracia y la nobleza del siglo pasado).
8. Visitar Belém (el Monasterio de los Jerónimos, el Monumento de los Descubrimientos, la Torre, el Centro Cultural...) y comer sus pasteis de nata (llamados también pasteles de Belém) que son una delicia y los conocen en todo el mundo, de ahí que se formen colas larguísimas de gente queriendo llevárselos por docenas.
9. Escuchar fado en directo en alguno de los locales más distinguidos como la Adega Machado o Casa Luso. Junto a la entrada para el espectáculo puede pedirse también cena.
10. Disfrutar de los miradores de Lisboa (ciudad de 7 colinas). Algunos de los más bonitos son: el de Santa Luzia, el de San Pedro Alcántara, el de Adamastore, etc.

Publicado hace 13 años en Viajar por Europa > Portugal