El centro histórico de esta bonita ciudad colonial de Ecuador es Patrimonio de la Humanidad. Es la tercera ciudad más grande del país, cuna de los famosos sombreros Panamá (es extraño que los hayan dado ese nombre siendo aquí que se fabrican). La visitamos aprovechando un viaje a Baños (otro día os escribire aquí sobre Baños, pues merece mucho la pena, especialmente por su fantástico volcán, el Tungurahua) y para llegar a ella, en coche, tardamos más de 5 horas por la famosa carretera Panamericana (va desde Alaska hasta Chile y la Patagonia argentina)pues en ese tramo encontramos muchas curvas y enormes precipicios, que nos obligaban a ir despacio. Nos alojamos en un hotel precioso, Mansion Alcazar, situada en el centro histórico. Nos contaron que cada mueble del hotel fue hecho a mano. La cubertería que usaban era de plata, había fuentes y centros asombrosos de rosas (Ecuador es uno de los principales exportadores de rosas del mundo)... Era un lugar increíblemente bonito, muy lujoso y con aquel aire colonial tan refinado. Si alguien se encuentra cerca de Cuenca, que no dude en pasar por allí para apreciar sus bonitos rincones, su Catedral (Inmaculada Concepción) y sus museos.

Publicado hace 13 años en Viajando por América > América del Sur