Como buenos aficionados al mundo de la arqueología y aprovechando unas vacaciones, decidimos varios amigos hacer una ruta por las tres grandes ciudades mayas de América Central. Se encuentran repartidas entre Honduras, Guatemala y México, aunque según los más entendidos en la materia. el gran tesoro arqueológico maya sigue enterrado en la selva. Iniciamos nuestro viaje en el enclave maya de Copán en Honduras. Este lugar estuvo habitado ya hace cuatro mil años y, tras una época de esplendor, fue misteriosamente abandonado hacia el siglo X de nuestra era. Cuando el explorador español Diego García de Palacio descubrió sus ruinas quedó tan asombrado como quienes hoy visitan este lugar. En torno al corazón de la ciudad y la acrópolis, con sus pirámides y templos, se agrupan cinco áreas monumentales. En la plaza se puede admirar un gran escenario al aire libre ceremonial rodeado de monolitos de piedra y altares. Uno de los lugares más impresionantes es la escalera de piedra donde se tallaron 1.800 jeroglíficos, lo que representa la mayor inscripción maya conocida, y también la Plaza de Oriente, con su espectacular escalinata adornada con esculturas de jaguares, originalmente con incrustaciones de obsidiana. Continuamos nuestro viaje en las ruinas arqueológicas de Tikal, en Guatemala, que debieron ser un gran centro ceremonial rodeado de bosque tropical, ríos, lagos y humedales. Se calcula que en su etapa más próspera debieron vivir en Tikal cerca de 90.000 personas. Las excavaciones han sacado a la luz sólo una pequeña parte de lo que se supone que debió ser la ciudad: templos, pirámides, edificios, esculturas y cuadros de gran tamaño que también de repente fueron abandonados hacia el 900 d.C. Finalizamos nuestra ruta maya es Palenque, en México. Donde nos encontramos con un santuario con esculturas de temas mitológicos que adornan los edificios. Palenque está considerado como un museo al aire libre que alcanza mayor espectacularidad por la exuberante vegetación tropical que lo rodea. A diferencia de Tikal y Copán, Palenque estuvo habitada hasta la llegada de los conquistadores españoles. Entre las muchas curiosidades de Palenque destaca una lápida gigante, con un peso estimado de 5 toneladas, sobre la que se labró un bajorrelieve de significado aun desconocido, el famoso “astronauta” con casco que observa a través de un tubo una especie de cápsula en el cielo. Para algunos, la imagen representa a un extranjero en su nave espacial y el testimonio de la llegada de los extranjeros en estas tierras. Otros, más realistas, sostienen que fue la tumba de hay enterrado un rey Quetzalcóatl. Un viaje interesantísimo por un frondoso paraje centroamericáno en busca de antiguas culturas milenarias envueltas de misterio.

Publicado hace 13 años en Caribe > Riviera Maya, Cancún y Caribe Mexicano