El final de nuestro periplo vacacional por Portugal de este verano acabó en el Alentejo, la zona comprendida en el interior del país luso, lindando con la frontera española. Nos habían hablado muy bien de las casas rurales del país vecino (es una práctica muy extendida por allí) y al mismo tiempo nos pareció adecuado, después de haber estado en Évora, acercarnos a conocer Monsaraz, otra preciosa ciudad portuguesa. Más bien se trata de una villa medieval, que conserva la fortaleza (hoy reconvertida en plaza de toros, algo muy curioso), una de las villas más antiguas de Portugal y seleccionada como Monumento Nacional. Nos sorprendieron sus callejuelas empedradas, su iglesia de retablos antiquísimos y las fantásticas vistas que desde cualquier punto de la villa se tiene sobre los alrededores alentejanos. Para alojarnos y pasar 4 fantásticos días elegimos Vila Planície, un complejo de casitas blancas y azules (como todas por esta zona de Portugal) con dos piscinas, restaurante, terraza... Los desayunos caseros eran exquisitos. Y las puestas de sol, inolvidables... Os lo recomiendo.

Publicado hace 13 años en Viajar por Europa > Portugal