Que buenos días pasé este pasado verano en Ibiza, la isla blanca, la isla de la fiesta, la isla de la locura y el desenfreno...Para mi en realidad fueron unas vacaciones bastantes tranquilas. La belleza de las playas de Ibiza es sorprendente, incluso las más urbanas son de aguas transparentes. En Ibiza por todas partes suena la música ,era como tener banda sonora incluida y la puesta de sol desde Calo des moro,en San Antonio,un maravilloso fenomeno de la naturaleza digno de ver y una experiencia para recordar siempre. Me aficioné al famoso Café del Mar, y todas las tardes ahí estaba fiel para ver la puesta de sol. A pesar de que ya tiene sus añitos, fue construido en 1980 y diseñado por el conocido arquitecto catalán Lluis Géell, lo simple del lugar y el placer que le proporciona a uno la perfecta combinación del escenario, el tiempo maravilloso y la música chill-out convierten cada atardecer en algo especial. Es sobrecogedor el silencio que se crea en el ambiente, mientras el sol, remiso, lanza sus últimos rayos antes de desvanecerse por el horizonte. Es digno de ser vivido. Os lo recomiendo viajeros.

Publicado hace 13 años en Viajando por España > Islas Baleares