Llevaba mucho tiempo queriendo ir a esta Isla, ya conocía el Hierro, Tenerife y las palmas...
Y esta vez la aventura fue desde el principio hasta el final... Está vez no fuí sola, pero con alguien que no es muy amiga de escalar o la montaña y bueno yo le tenía preparada una sorpresita...

Antes de contaros aquello, lo que ocurrio sólo iniciar el viaje no fue del todo feliz...

Cuando compras un billete con muy poco tiempo Ryanair que es una compañia de esas baratas bus-avión en toda regla, entra como puedas, pero tocando las narices...

Decidimos tomar un autobus de medianoche hasta Madrid, pues los billetes de avión se iban de precio y como no es primera vez que lo hacemos, pero si la primera que nos quedamos tan dormidas y confiadas, al llegar a Madrid oh sorpresa, mi compi de viaje no tiene la cartera!!!! Sin dinero, tarjetas, cualquier documento que la identifique, por eso siempre es bueno separar las cosas, no llevar todos los huevos en la misma cesta.

Nuestro vuelo era a la tarde y no sé como justo 40 minutos antes del vuelo conseguimos que sin nada que identificase que ella era quien decía ser, le hicieran un nuevo pasaporte para poder volar...
Pasada toda este periple por todo Madrid, cuando por fin estamos en el vuelo camino de Lanzarote fue Paz pero cada vez más le tengo manía a esta compañia.

Ya en la isla, nos recoge un amigo mio escalador que nos lleva a conocer un poco la zona y el local que han construido entre amigos para entrenarse, increible unas 3 veces más grande que el rocodromo de Donosti.

Le damos la sorpresa a mi amiga que vamos a meterla en una cueva con apenas visión, ella dice que no repite, pero que se lo paso genial... Así que no fue tan malo al final de cuentas...

Publicado hace 13 años