Mi experiencia comienza una Semana Santa en la ciudad Eterna, la cual visité con unas amigas. El buen tiempo nos acompañó todo el viaje. Recorrer sus callejuelas, llenas de encanto y belleza hizo que nuestra emoción aumentara por momentos. Queríamos devorar la ciudad desde el primer día, visitamos todos y cada uno de los espacios y monumentos; sin olvidar, claro está, arrojar una moneda a la Fontana de Trevi con el deseo de regresar algún día. Tampoco faltaron inmensos helados de sabores que no sabíamos ni que existían, deliciosas pizzas que saciaban con creces nuestro apetito y, cómo no, pasta. En cuanto a los italianos, son personas por lo general muy agradables y atentas; no tuvimos ninguna mala experiencia y fue un viaje que siempre recordaré con entusiasmo. Recomiendo sinceramente visitar la ciudad romana a los que aún no lo han hecho :) .

Publicado hace 13 años en Viajar por Europa > Italia