Este año con la excusa de no perderme el Gran Premio de Fórmula 1, decidí tirar la casa por la ventana y estuve en un lugar de Europa que al menos una vez en la vida hay que visitar; Montecarlo, en el principado de Mónaco. Bañado con el suave azul del mar mediterráneo, es a la vez un sueño y una realidad. Me hospedé en el Hotel Miramar, en el corazón mismo de Montecarlo, muy próximo a su famoso Casino. El Casino de Montecarlo, eje fundamental de la evolución de esta ciudad, le ha dado al juego un carácter de nobleza (que no lo tiene) y alberga igualmente la Opera de Montecarlo. Todo está sumamente cuidado en esta ciudad llena de lujos, glamour y que ofrece la posibilidad de ver a gente famosa, pues es un lugar que desde hace décadas es punto de reunión de miembros de la realeza así como de grandes estrellas del cine; el paseo de la plaza del palacio, los jardines, la catedral, el puerto(un espectáculo de ostentación, lleno de lujosas embarcaciones y de gente muy rica). Montecarlo como se puede adivinar por el ambiente que se respira, es una ciudad bastante cara, todo está sobrevalorado por la marca Mónaco. La entrada para la F1 fue lo que más barato me costó 165 €, la estancia en el Hotel, de tres estrellas, un pico. Los restaurantes, tampoco son nada baratos. El Restaurante Adagio, muy buena cocina italiana, es un buen ejemplo. En fin, todo un capricho el viajecito, que recomiendo mucho, para todo aquel que en un momento de su vida quiera sentirse como si estuviese dentro de una pelicula de James Bond.

Publicado hace 14 años en Viajar por Europa > Francia