Quise ir a Brujas desde que un amigo estuvo allí y me contó que era una ciudad llena de romanticismo. Os cuento un poco como me fue en este rincón asturiano, pasear por sus calles con ese toque medieval es como estar en un cuento de hadas, tiene un encanto que la desborda, su magia y su gente es totalmente sorprendente. Allí escuchamos muchos relatos de sus brujas, de las malas hechiceras de magia negra que son ancianas solitarias, arrugadas, están jorobadas, viven apartadas y que deambulan por sus aldeas ofreciendo sus servicios y de las de magia blanca “las buenas” son sin en cambio las que ofrecen otro tipo de servicios, dicen que se comunican con los ángeles.

Nos alojamos muy bien y comimos mejor, la gente es muy apañada y no paraban de contarnos historias antiguas.
Os recomiendo este rinconcito de Asturias.

Publicado hace 14 años en Viajando por España > Norte, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja