El Canaya (hotel Canaia en Puskar) nos vendió el viaje con destino a Jaisalmer( India), y no hay día que al despertarnos no nos acordemos de él y de toda su familia. Puskar, 10 de la noche, el taxi nos recoge en el hotel, después paramos a recoger a una pareja italiana (buena gente y con el mismo miedo que nosotros). Después de andar en el taxi 10 minutos nos dejan en medio de la nada, bajo un chamizo de carretera. Después de esperar un rato que se nos hizo eterno, apareció un autobús hecho polvo, una proeza de la ingeniera, te preguntas como puede andar dicho aparato, por suerte para nosotros ese autobús no era el nuestro, era el de los italianos, nos despedimos de ellos como la madre que se despide del hijo que se va a la guerra, sabíamos que nunca más los veríamos. Allí nos quedamos “Alegrándonos” por la suerte que habíamos tenido por no ser nuestro autobús ,al cabo de 15 minutos aparecen unas luces a lo lejos, deseábamos que fuera nuestro autobús ,deseo que se esfumó al instante. Si el otro autobús era malo, este era aun peor. Hubiéramos dado una mano por montarnos en el autobús de los italianos. Er un cacharro andando, con un olor nauseabundo, nuestro trayecto duro más de 12 horas ¡Imaginaros! ¡Y que contar de los pasajeros!

Publicado hace 13 años en Asia > India y Nepal