Cuando me bajé del avión recibí en la cara un fuerte golpe de calor que claramente me indicaba que estaba en el trópico, había desembarcado en mi soñado Rió de Janeiro, una ciudad de gente alegre, amistosa y con una filosofía de vida efímera donde la principal razón de la vida es sencillamente vivirla con la mayor intensidad posible, manifestando esa forma de ser colectiva en su famoso Carnaval y en sus ritmos y géneros musicales como la samba y la bossa nova. En su ambiente se percibe el calor de su gente. Río de Janeiro es el alma turística e histórica de Brasil con sus inigualables playas de Copacabana e Ipanema, la imponente montaña Pan de Azúcar y el majestuoso Cristo Redentor dando la bienvenida a este excitante paraíso.
La ciudad de Río de Janeiro es también la capital del estado del mismo nombre y su desarrollo urbano se dió principalmente alrededor de la reserva natural de Tijuca. Está delimitada por el imponente mar y por la grandiosa sierra. "La Ciudad Maravillosa", como también se le conoce debido a su hermosura natural, se encuentra en el margen occidental de la Bahía de Guanabará. De clima tropical, la ciudad de Río de Janeiro es perfecta para visitarse en cualquier época del año.
Río de Janeiro está dividido en 34 Regiones Administrativas, en las que se encuentran repartidos los 160 barrios con los que cuenta, siendo los más destacados Copacabana, Ipanema, Leblon, Botafogo, Lagoa y Flamengo, los cuales se encuentran en la parte sur de la ciudad. Sin embargo, hay otros que debido a las atracciones que se encuentran en ellos cobran igualmente gran importancia, como Urca, Barra da Tijuca y Cosme Velho.
Rio es una ciudad de contrastes con edificios modernos y antiguos, zonas con alto poder adquisitivo frente a las llamadas "Favelas", que son barrios pobres construidos en las laderas de los cerros, Río es una urbe que independientemente de ser un destino cuya actividad primordial es el turismo a nivel tanto nacional como internacional. También predomina la industria del petróleo. Es una ciudad que cuando empiezas a vivirla, una de dos o te gusta y te integras o vives todo el día asustado y preocupado por la seguridad. Yo fui a visitar a unos amigos que viven allí desde hace muchos años y de inmediato me integré en ese ritmo particular brasilero de alegria de vivir por vivir, que a mi me cautiva y que cuando estoy aquí,siento saudade y lo echo mucho de menos.

Publicado hace 14 años en Viajando por América > América del Sur