La capital de Bulgaria es una ciudad llena de encanto, con muchas atracciones para el turista. La principal y que todo el mundo recomienda es la Iglesia de Alexander Nevski y que, además de ser impresionante por tamaño y belleza, posee una razón más para que se admire: fue erigida para honrar a los más de 200.000 soldados rusos que lucharon junto a los búlgaros para conseguir la independencia de Bulgaria. El parque de Borisova Gradina es otro de los puntos claves de la visita a Sofía: perfecto para relajarse en un banco mientras se contempla sus estatuas y su vegetación. Para comer auténtica comida búlgara os recomiendo Manastirska Magernitsa.

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